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Turismo sostenible: más que una tendencia, un llamado de urgencia


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    De acuerdo con datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), desde el 2024 el turismo internacional recuperó casi por completo los niveles prepandemia, con 1.400 millones de llegadas registradas y un crecimiento del 11 % respecto al año anterior. Junto a este incremento del deseo de viajar, ha aumentado también la conciencia sobre el impacto ambiental y social en el sector. Así lo reveló el Global Sustainable Tourism Council (GSTC), que para el mismo año reportó más de 1.760 hoteles, 12 tour operadores y 54 destinos certificados bajo estándares globales de sostenibilidad, evidenciando que el turismo responsable dejó de ser una tendencia para convertirse en un compromiso compartido entre viajeros, empresas y territorios.

    Y es que, avanzar hacia un modelo de turismo sostenible no puede depender únicamente del comportamiento individual del viajero. Las decisiones estructurales, operativas y estratégicas de las empresas del sector resultan determinantes para construir experiencias verdaderamente sostenibles.

    Consciente de ello, Compensar ha venido fortaleciendo una visión de turismo que responde a este propósito en sus hoteles Lagomar y Lagosol, ubicados en el corredor vial entre Melgar y Girardot, mediante una estrategia ambiental que combina innovación, tecnología y pedagogía.

    Su apuesta por un turismo sostenible no es reciente; su estrategia ambiental ha evolucionado a lo largo de más de una década. “Iniciamos en 2009 con acciones puntuales de reciclaje, en alianza con asociaciones locales y posteriormente consolidamos el programa ‘Con la cabeza en la tierra’.

    Desde entonces, se han incorporado prácticas como el uso responsable del papel, la reducción de emisiones y la protección activa de la biodiversidad”, afirmó Henry Salinas, coordinador de Gestión Ambiental de Compensar. Agregando que, en los últimos dos años, este enfoque se ha convertido en un plan transversal que involucra a toda la organización. “No es solo tarea del equipo de sostenibilidad, es un compromiso institucional”, agregó.

    Innovación ambiental aplicada

    En línea con esta visión, la misma infraestructura de los hoteles Lagomar y Lagosol incorpora criterios de eficiencia energética, tecnologías limpias y uso responsable del agua. En el hotel Lagosol, por ejemplo, las habitaciones están orientadas perpendicularmente a los vientos predominantes, lo que permite un confort térmico natural y evita el uso de aire acondicionado. Los equipos hidráulicos y eléctricos son de bajo consumo y el sistema de refrigeración fue reemplazado por tecnologías menos nocivas para la capa de ozono.

    Por su parte, Lagomar le apuesta a una infraestructura respetuosa con la biodiversidad local, lo que permite ofrecer una experiencia turística más cercana al ecoturismo que al modelo tradicional. A ello se suma que el sistema de calentamiento de agua funciona con energía solar y los dispositivos eléctricos se apagan automáticamente cuando el huésped no se encuentra en la habitación.

    Ambos hoteles han implementado los paneles solares, aprovechan los residuos orgánicos y aplican principios de economía circular, destacándose una iniciativa de transformación de uniformes en artículos reutilizables (tulas, morrales y manillas) que son comercializados con fines sociales. Adicionalmente, se destaca el uso de residuos orgánicos para producir abono y el acopio de aceite vegetal usado por parte de gestores especializados para ser convertido en biocombustible. “Todos estos esfuerzos se miden y reportan: actualmente, alrededor del 45 % de los residuos generados son aprovechados, lo que representa más de 50 toneladas recicladas y, aproximadamente, 4.8 toneladas de aceite vegetal usado son gestionadas cada año”, explicó Salinas.

    Continuando con el coordinador de Gestión Ambiental de Compensar, la optimización del recurso hídrico también ha sido clave. Se han implementado sistemas para la recolección de aguas lluvias y la reutilización del agua proveniente del retrolavado de filtros de piscinas. Esta se almacena en lagos artificiales dentro de los complejos turísticos y se utiliza principalmente para el riego de zonas verdes durante la temporada seca. Asimismo, los equipos hidrosanitarios emplean una mezcla de agua y aire, lo que permite reducir el consumo hasta en un 60 % en comparación con los sistemas convencionales.

    Turismo orientado al bienestar

    Según Salinas, hoy más que nunca la responsabilidad del sector turístico frente a la crisis climática adquiere un valor crítico. “Cuando la persona sale de vacaciones, consume diferente a como cuando está en la casa” y ese comportamiento puede tener impactos significativos, especialmente en hoteles todo incluido. Por eso, la gestión hotelera no puede limitarse solo a ofrecer comodidad; debe promover prácticas responsables en el uso de alimentos, agua, energía y en la gestión de residuos.

    “La mitad del ejercicio que hemos hecho durante 15 años ha sido cultural y eso no cuesta”, dijo Salinas. Educar a las personas para que apaguen la luz, cierren las llaves, eviten el desperdicio o reporten fugas puede generar ahorros significativos y reducir el impacto ambiental sin afectar la rentabilidad. Del mismo modo, las tecnologías, como los paneles solares, son aliadas clave. Sin embargo, el cambio más poderoso —y accesible— proviene de la concientización. “Incluso, más del 50 % de los ahorros se logran solo con temas de pedagogía y cultura ambiental”, concluyó Henry Salinas, coordinador de Gestión Ambiental de Compensar.

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