¿Te duele la espalda? Estas son las posturas correctas para trabajar en una oficina o en casa


    mujer en el escritorio con libros en la cabeza,

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    Si trabajas en un escritorio sabrás que al finalizar la jornada laboral aparece un leve dolor de espalda o una sensación de querer estirar tus músculos, por esta razón Liliana López, fisioterapeuta especialista en ergonomía en Compensar, te explica cómo mantener una postura correcta para trabajar.

    Pasar largos periodos sentado frente a un computador genera repercusiones para tu salud. De hecho, esto incrementa el riesgo de padecer enfermedades ocupacionales como el síndrome del túnel carpiano, del ojo seco, lumbagos (dolores de espalda), así como, venas varicosas. 

    Por esta razón, para Liliana López la importancia de una buena postura radica en que esta “ayuda a mantener los segmentos corporales en equilibrio y reduce el riesgo de sobrecarga a nivel osteomuscular, así como, el desgaste anormal de las articulaciones, que con el tiempo se traduce en dolor. Además facilita funciones vitales como la capacidad respiratoria al permitirnos una adecuada expansión de la caja torácica”. 

    Pero, si trabajas desde casa o en una oficina sabrás que el afán del día a día genera que muchas veces olvidemos preguntarnos: ¿cómo está mi postura? Por ello, Liliana López aclara qué errores debes dejar de cometer para mantener una postura correcta para trabajar. 

    ¡Algunos errores que puedes estar cometiendo! 

    • No cuentas con una silla ergonómica ni con elementos y herramientas de trabajo adecuados. 
    • Tienes un plano de trabajo demasiado alto o bajo. 
    • Cuentas con un espacio con poca profundidad que no te permite ubicar los elementos de forma óptima, así como, apoyar los antebrazos sobre el mismo. 
    • No adecuar el monitor a la altura de tus ojos. 
    • Utilizar el portátil sin los elementos externos como base o pantalla externa, mouse y teclado. 
    • Sentarte de forma inadecuada como no apoyar la espalda en el espaldar o no estar en forma recta. Es decir, 
    • No ajustar la silla de forma correcta. 
    • Tener elementos ubicados debajo del escritorio que te impiden ubicar de forma correcta las piernas y limiten la libertad de tus movimientos.

    Guía para una buena postura 

    La posición ergonómica 

    Para educar a tu cuerpo y enseñarle a tener una buena postura es importante comprender que una posición ergonómica “es aquella que facilita la mayor efectividad en nuestras actividades, con el menor costo energético para nuestro cuerpo, no genera dolor, fatiga ni sobrecarga en ningún segmento corporal, manteniendo la alineación del cuerpo en todas las actividades tanto laborales como extralaborales”, expresa López. 

    Por lo que, a continuación, Liliana López te explica lo que debes aplicar para cuidar tu salud mientras trabajas: 

    • Debes contar con un mobiliario donde la superficie de trabajo y silla ergonómica permite una postura adecuada.
    • Espalda recta y bien apoyada en el espaldar.
    • Hombros relajados.
    • Codos doblados a 90°.
    • Antebrazos apoyados sobre la superficie de trabajo o sobre los apoyabrazos de la silla.
    • Espacio libre debajo del escritorio para la ubicación cómoda de los miembros inferiores.
    • Caderas y rodillas dobladas a 90°.
    • Pies bien apoyados en el piso o en una superficie estable (apoya pies).
    • La pantalla, teclado y mouse deben estar de frente y la altura del borde superior de la pantalla debe ubicarse a la misma altura de los ojos. 

    Por último, la ergonomía Liliana López recuerda que “ubicar teclado y mouse sobre superficie de trabajo de forma paralela dejando espacio para apoyar hasta el tercio medio del antebrazo, usar el mouse realizando el movimiento con el brazo y no solo con la mano, debajo de la superficie no debe haber ningún elemento que impida la movilidad de los pies. También debes ubicar el puesto de trabajo de forma paralela a la ventana para evitar

    deslumbramientos o reflejos que puedan conllevar a una postura inadecuada.

    Alternar postura cada hora y realizar pausas activas mínimo cada 2 horas”.

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    Con estos consejos previenes no solo enfermedades ocupacionales, sino que también contarás con la energía necesaria para llevar una vida saludable, en la que priorizas de primero tu bienestar. 

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