El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) continúa siendo una preocupación global, pero aún existen muchas creencias alrededor de la enfermedad. Descubre las realidades que te ayudarán a comprender este virus de una manera más informada.
A pesar de los avances médicos y la información disponible, el VIH sigue rodeado de mitos que mantienen su estigma. Hablar de esta enfermedad de forma abierta no solo es importante, es necesario para que puedas protegerte y cuidar a quienes te rodean.
Y es que, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en 2023 se estimaba que cerca de cuatro millones de personas vivían con VIH en las Américas, de las cuales 2,7 millones estaban en América Latina y el Caribe. Estas cifras alertan sobre la concientización que se debe tener del virus para su prevención.
Por eso, te compartimos algunos de los mitos más comunes que debes conocer para estar informado y prevenir riesgos. ¡Sigue leyendo para cuidar tu bienestar!
¿Qué diferencia hay entre el VIH y el SIDA?
Esta es una de las confusiones más comunes que existe entre las personas cuando se habla de la enfermedad. Sonia Cárdenas, docente de la Facultad de Enfermería y Rehabilitación de la Universidad de La Sabana, lo explica así:
“El VIH es el virus que, al entrar en tu cuerpo, ataca las células que defienden tu sistema inmunológico, dejando al organismo más vulnerable. Sin embargo, tener VIH no significa que automáticamente desarrollarás el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida”.
El SIDA es la etapa más avanzada del VIH. Este síndrome hace referencia a un conjunto de síntomas y enfermedades que aparecen cuando el sistema inmunológico ya está muy debilitado. Puede pasar mucho tiempo antes de que esto ocurra si no hay tratamiento.
“Aunque el VIH no tiene cura, los tratamientos actuales permiten que las personas vivan de forma saludable y con calidad de vida. Eso sí, la prevención sigue siendo la mejor herramienta para mantenerse libre del virus”, destaca Sonia.
¿Cuáles son las principales formas de transmisión del VIH?
Conocer las vías de transmisión te ayudará a proteger tu salud, entre las más comunes se encuentran:
- Fluidos corporales: como sangre, semen, leche materna y secreciones vaginales entre una persona infectada y una sana.
- De madre a hijo: una madre puede transmitir el virus a su bebé durante el embarazo, el parto o la lactancia. Sin embargo, con tratamiento adecuado, el riesgo de transmisión puede reducirse significativamente.
- Relaciones sexuales sin protección: es una de las principales formas de transmisión. El virus se transmite más fácilmente durante relaciones sexuales sin preservativo con una persona infectada.
- Compartir agujas o jeringas: el uso compartido de agujas, ya sea para inyectarse drogas o para otros fines médicos, también puede transmitir el virus.
Sonia destaca que la enfermedad no se transmite por besos, abrazos ni al compartir alimentos.
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5 mitos comunes sobre el VIH y el SIDA
Conocer los mitos más comunes es esencial para tomar decisiones informadas y proteger tu salud. Algunos de los más frecuentes son:
1. Mito. “La gente se muere de VIH”
Realidad. Muchas personas con VIH viven una vida normal y saludable al seguir el tratamiento adecuado y las recomendaciones médicas. Con un buen control del virus, pueden llevar una vida plena, aunque siempre con cuidado.
2. Mito. “Si tienes VIH, inevitablemente desarrollarás SIDA”
Realidad. No todas las personas que viven con VIH desarrollan SIDA. Con el tratamiento adecuado y a tiempo, muchas personas pueden vivir una vida larga y saludable. Los medicamentos antirretrovirales (ARV) pueden controlar el virus y prevenir que dañe el sistema inmunológico.
3. Mito. “Si tengo VIH y quedo embarazada, mi hijo también lo tiene”
Realidad. Si la madre recibe tratamiento adecuado durante el embarazo y el parto, el riesgo de transmitir el VIH al bebé es mínimo. Con el cuidado correcto, muchos niños nacen sin el virus.
4. Mito. “El VIH puede transmitirse por abrazos o besos”
Realidad. No hay evidencia científica de que el virus se pueda transmitir a través de contacto físico como besos, abrazos o apretones de manos.}
5. Mito. “Si no tengo síntomas, no tengo VIH”
Realidad. El VIH puede no mostrar síntomas durante años. Las pruebas son la única forma de saber si estás infectado, incluso si te sientes bien.
Vivir con VIH no implica necesariamente desarrollar SIDA. Lo importante es que estés bien informado, tomar las medidas preventivas adecuadas y si es necesario, acceder a los tratamientos disponibles. Recuerda que tu bienestar está en tus manos.