Los cuidados paliativos no representan el final, sino el inicio de una nueva forma de vivir con calidad, apoyo y esperanza. Descubre cómo esta atención transforma la manera de acompañar, cuidar y valorar cada etapa de la vida.
Cuando una enfermedad altera las rutinas, las fuerzas e incluso la forma de ver la vida, muchas veces lo que más se necesita no es un tratamiento, sino un acompañamiento que alivie, escuche y, sobre todo, comprenda.
En este propósito, los cuidados paliativos son esa alternativa que busca mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias cuando enfrentan desafíos físicos, psicológicos o espirituales derivados de una enfermedad.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que cerca de 40 millones de personas necesitan cuidados paliativos cada año. Este tipo de atención no busca curar, sino acompañar y aliviar, brindando apoyo integral en los momentos en que las circunstancias se vuelven más complejas.
Descubre cuándo considerar los cuidados paliativos, qué beneficios ofrecen y cómo transforman la manera de vivir cada etapa con dignidad y bienestar.
¿Qué son los cuidados paliativos y por qué son importantes?
Los cuidados paliativos son una atención médica integral enfocada en mejorar la calidad de vida de quienes enfrentan enfermedades graves, crónicas o avanzadas.
Como lo explica Vanessa Rodríguez, profesional del riesgo en salud, del Programa Cerca de ti de Compensar, “Su propósito no es curar, sino aliviar el dolor y otros síntomas físicos, brindando además acompañamiento emocional, social y espiritual tanto al paciente como a su familia.”
A diferencia de otros enfoques médicos, los cuidados paliativos ponen a la persona en el centro del proceso, ayudando a que cada decisión sobre su tratamiento y bienestar se tome con información, empatía y respeto. Entre los beneficios más destacados se encuentran:
- Controlar eficazmente el dolor y otros síntomas complejos.
- Brindar apoyo psicológico y emocional durante todo el proceso.
- Acompañar a la familia para fortalecer la red de cuidado.
¿En qué momento debería considerarse iniciar los cuidados paliativos?
“Los cuidados paliativos pueden comenzar desde el momento del diagnóstico de una enfermedad crónica, progresiva o potencialmente mortal”, señala Vanessa Rodríguez.
No están reservados para los últimos días, sino que tienen mayor impacto cuando se inician de manera temprana, ya que permiten:
- Controlar mejor los síntomas físicos, como el dolor o la fatiga.
- Brindar apoyo psicológico y emocional al paciente y su familia.
- Acompañar la toma de decisiones sobre tratamientos o cambios en el cuidado.
- Fomentar una comunicación abierta con el equipo de salud.
Síntomas y molestias que los cuidados paliativos ayudan a controlar
El objetivo de los cuidados paliativos es aliviar los síntomas que generan malestar físico o emocional, ayudando a que cada persona preserve su bienestar y viva con dignidad y calidad de vida. Entre los síntomas que se abordan con más frecuencia se encuentran:
- Dolor persistente o difícil de controlar: es uno de los síntomas más frecuentes y también uno de los que más afecta la calidad de vida.
- Fatiga o cansancio extremo: muchas enfermedades crónicas o tratamientos intensos generan un agotamiento constante.
- Dificultad para respirar (disnea): este síntoma puede generar angustia tanto en el paciente como en su entorno.
- Náuseas o molestias gastrointestinales: ya sea por la enfermedad o por los tratamientos, estos síntomas pueden afectar el apetito y la nutrición.
- Pérdida del apetito o cambios en el gusto: es común que las personas pierdan interés en la comida o sientan sabores alterados.
- Ansiedad, somnolencia o insomnio: el descanso y la calma emocional también son parte del tratamiento.
En cada caso, el enfoque es completamente personalizado. “Cuando una persona recibe cuidados paliativos, cuenta con un equipo de profesionales de la salud que la acompaña para aliviar el dolor, manejar los síntomas, ofrecer apoyo emocional y mejorar su calidad de vida. En decir, es una atención centrada en el bienestar integral, más allá del tratamiento de la enfermedad”, destaca Vanessa Rodríguez.
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Claves para quienes acompañan a pacientes en cuidados paliativos
Cuidar de alguien que enfrenta una enfermedad es un acto profundo de amor y empatía, pero también puede ser una experiencia emocionalmente desafiante. Por eso, es clave recordar que, para cuidar bien, primero hay que cuidarse. Algunas claves incluyen:
- Cuidar de sí mismo: dormir bien, alimentarse adecuadamente y realizar pausas es una forma de mantener la salud y el bienestar para seguir acompañando.
- Buscar apoyo: el equipo de salud (médicos, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros, nutricionistas o asesores espirituales) están para orientar y acompañar.
- Comprender el proceso: conocer la enfermedad, los síntomas y el plan de cuidado permitirá actuar con más seguridad y menos ansiedad.
- Escuchar con empatía: a veces, acompañar en silencio vale más que cualquier palabra. La escucha atenta genera conexión y tranquilidad.
- Respetar las decisiones del paciente: incluso cuando sean difíciles, es importante reconocer su autonomía y sus deseos.
Compensar: un apoyo integral en cuidados paliativos
En Compensar existe un compromiso con el acompañamiento en cada etapa de la vida. Por eso, a través del programa Cerca de ti, se brinda atención integral a las personas que enfrentan una enfermedad crónica o avanzada, junto a sus familias.
“Este programa brinda un acompañamiento interdisciplinario y compasivo, centrado en aliviar el sufrimiento físico y emocional, fortalecer el apoyo espiritual y acompañar tanto al paciente como a su familia en cada momento del proceso. Su propósito es dignificar la vida, incluso en las etapas más complejas, proporcionando escucha, contención y cuidados centrados en la persona”, resalta Vanessa Rodríguez.
Además, Cerca de ti integra el Plan de Bienestar Integral, un espacio que promueve la participación en actividades y sesiones diseñadas para ofrecer herramientas emocionales, espirituales y adaptativas. Estas experiencias complementan la atención médica y ayudan a sobrellevar con serenidad el curso de la enfermedad avanzada y el duelo.




