Aprende a identificar la diabetes, controlar tus niveles de glucosa y prevenirla con hábitos de vida que promuevan tu salud y bienestar.
Cada 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes, una fecha que se convierte en una oportunidad para reflexionar sobre el impacto que esta enfermedad tiene en la salud y la calidad de vida de millones de personas.
Y es que la diabetes, lejos de ser un simple problema de “azúcar alta”, es una condición crónica que, si no se controla, puede comprometer órganos vitales como el corazón, los riñones o los ojos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 800 millones de adultos viven actualmente con diabetes en el mundo, y muchos aún no lo saben. Por eso, la detección temprana es esencial para un tratamiento oportuno y efectivo.
Como explica el doctor Miguel O’Meara, especialista en endocrinología de Compensar, la clave está en “comprender la enfermedad, tomar el control y actuar antes de que surjan las complicaciones”.
¿Sabías que con pequeños cambios puedes evitar complicaciones graves? Sigue leyendo y descubre cómo mantener tu salud en equilibrio y bienestar.
¿Qué es la diabetes?
“La diabetes es una enfermedad metabólica crónica que aparece cuando tu cuerpo no produce suficiente insulina o no la utiliza de manera adecuada. Esta hormona es la encargada de regular los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre y permitir que la energía llegue a las células”, explica el doctor Miguel O’Meara.
Cuando ese proceso falla, el azúcar se acumula en la sangre y, con el tiempo, puede dañar vasos sanguíneos, nervios y órganos vitales como el corazón, los riñones o los ojos.
Tipos de diabetes
Existen diferentes tipos de diabetes, pero los más frecuentes son el tipo 1 y el tipo 2. Cada uno tiene causas, características y tratamientos distintos, por eso es importante conocer cómo se manifiestan y qué los diferencia.
Diabetes tipo 1
Suele diagnosticarse en la infancia o adolescencia, aunque también puede aparecer en adultos jóvenes. No está relacionada con el sobrepeso ni con malos hábitos alimenticios, sino con una respuesta autoinmune del organismo.
Diabetes tipo 2
Es la más común -representa alrededor del 90 % de los casos- y suele desarrollarse de forma progresiva. En este tipo, el cuerpo sí produce insulina, pero las células no responden correctamente a ella, un fenómeno conocido como resistencia a la insulina. A diferencia del tipo 1, puede prevenirse o retrasarse adoptando un estilo de vida saludable.
Factores de riesgo
Identificar los factores de riesgo es el primer paso para prevenir o detectar la diabetes a tiempo. Entre los más comunes se encuentran:
- Sobrepeso y obesidad: es el principal factor de riesgo. El exceso de grasa corporal, sobre todo en la zona abdominal, aumenta la resistencia a la insulina.
- Sedentarismo: la falta de actividad física reduce la capacidad del cuerpo para usar la glucosa como energía.
- Antecedentes familiares: tener padres o hermanos con diabetes eleva significativamente el riesgo.
- Alimentación poco saludable: consumir con frecuencia azúcares refinados, ultraprocesados y grasas saturadas afecta el metabolismo.
- Edad avanzada: el riesgo crece a partir de los 45 años, aunque cada vez se diagnostican más casos en jóvenes.
- Hipertensión o colesterol alto: estas condiciones suelen acompañar la diabetes tipo 2 y aumentan las complicaciones cardiovasculares.
- Síndrome de ovario poliquístico (SOP): en mujeres, este trastorno hormonal puede aumentar la resistencia a la insulina.
Síntomas más comunes de la diabetes
La diabetes es una condición que muchas veces no presenta síntomas evidentes hasta que aparecen las complicaciones. Por eso se le llama una condición silenciosa, muchas personas descubren que la tienen cuando los órganos ya han sufrido algún daño.
Aun así, tu cuerpo suele enviar alertas que, si las reconoces a tiempo, pueden ayudarte a tomar el control antes de que la situación se complique. Entre las más comunes se encuentran:

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Tratamientos para la diabetes
El tratamiento de la diabetes depende del tipo, pero en todos los casos el objetivo es mantener la glucosa en rangos saludables y prevenir complicaciones. El tratamiento incluye cambios en el estilo de vida, monitoreo constante y acompañamiento médico.
Diabetes tipo 1
Quienes viven con este tipo de diabetes necesitan apoyo constante para regular su nivel de glucosa, lo que implica revisiones frecuentes y estrategias de control individualizadas. Además, la planificación de la alimentación y la actividad física diaria es clave para un manejo efectivo.
Diabetes tipo 2
El enfoque principal es adaptar el estilo de vida: alimentación equilibrada, actividad física regular y control del peso. Estas acciones ayudan a que el cuerpo use mejor la insulina que produce. Dependiendo de cada persona, se complementa con estrategias médicas adicionales para estabilizar los niveles de glucosa y proteger la salud a largo plazo.
5 hábitos clave para prevenir la diabetes
Prevenir la diabetes tipo 2 (el tipo que sí puede evitarse) depende de cómo manejas tus hábitos diarios. Pequeños cambios en la rutina pueden ayudarte a mantener tu glucosa en niveles saludables.
- Alimentación saludable: prioriza verduras, frutas, proteínas magras y granos integrales. Reduce azúcares añadidos, ultraprocesados y grasas saturadas.
- Actividad física regular: caminar, correr, nadar o andar en bici al menos 30 minutos diarios te ayuda a controlar el peso.
- Mantener un peso saludable: el exceso de grasa corporal, especialmente en la zona abdominal, aumenta el riesgo de desarrollar diabetes.
- Dormir bien: un sueño reparador regula las hormonas que influyen en el metabolismo y el apetito.
- Control del estrés: técnicas como respiración, meditación o pausas activas ayudan a mantener el equilibrio.
La diabetes puede representar un desafío, pero mantenerla bajo control está en tus manos. Por eso, conocer los tipos, reconocer los síntomas, adoptar hábitos que favorezcan el control y aplicar estrategias de prevención son acciones esenciales en tu salud, bienestar y calidad de vida.




