¿Sabías que el tabaco mata a más de 8 millones de personas al año en el mundo, de las cuales casi 1 millón son fumadores pasivos? Así lo advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS). Fumar no solo es una de las principales causas prevenibles de muerte, sino que también está asociado a una amplia gama de enfermedades y deterioros en la calidad de vida.
Los beneficios de dejarlo se notan desde el primer día, para comprender estos cambios y entender cómo se manifiestan en el organismo, consultamos al Dr. Camilo Rodríguez, neumólogo de Compensar y de la Fundación Neumológica Colombiana.
¿Qué tanto daño causa el tabaco?
El impacto del tabaco en el cuerpo es profundo y progresivo. A corto plazo, genera irritación bronquial y bronquitis aguda y a largo plazo, puede derivar en bronquitis crónica, enfisema y enfermedades pulmonares obstructivas.
“El tabaco también daña el sistema cardiovascular y digestivo, puede causar úlceras, infartos e incluso disfunción eréctil en hombres debido al deterioro vascular”, explica el Dr. Rodríguez.
¿Cuáles son los órganos más afectados?
Tres sistemas principales sufren el impacto del tabaco:
- Pulmones: el humo inhalado produce inflamación, destruye el tejido pulmonar y reduce la capacidad respiratoria.
- Sistema cardiovascular: el tabaco endurece y estrecha las arterias, lo que reduce el flujo de sangre y puede llevar a infartos o enfermedades en las extremidades.
- Sistema oncológico: fumar altera el control genético celular, facilitando la aparición de cánceres como el pulmonar, de laringe, riñón y vejiga.
La OMS confirma que el tabaquismo es la causa principal del cáncer de pulmón y es responsable de aproximadamente el 85% de todos los casos.
Llevo años fumando ¿es muy tarde para dejar de fumar?
No. El Dr. Rodríguez es enfático: “Incluso si solo queda un 20% de la capacidad pulmonar, dejar de fumar puede estabilizar la enfermedad y mejorar la calidad de vida. Nunca es tarde”. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los beneficios comienzan tan pronto como a las 24 horas después del último cigarrillo.
Los beneficios en el cuerpo al dejar de fumar son rápidos y medibles
- En 20 minutos, tu frecuencia cardíaca y presión arterial comenzarán a disminuir.
- En 12 horas, el nivel de monóxido de carbono en la sangre se normalizará.
- En 2 a 12 semanas, tu circulación mejorará y tu función pulmonar aumentará.
- En 1 a 9 meses, la tos y la dificultad para respirar disminuyen.
- En 1 año, el riesgo de enfermedad coronaria es aproximadamente la mitad que el de un fumador.
- En 5 a 15 años, el riesgo de accidente cerebrovascular se reduce al de un no fumador.
- En 10 años, el riesgo de cáncer de pulmón se reduce a aproximadamente la mitad que el de un fumador y el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago, vejiga, cuello uterino y páncreas disminuye.
- En 15 años, el riesgo de enfermedad coronaria se reduce al de un no fumador.
También se perciben otros cambios positivos:
- Tu sentido del olfato volverá a la normalidad.
- Menor fatiga física.
- Piel más saludable.
- Tu aliento, cabello y ropa olerán mejor.
- Ahorro económico considerable.
- Los dientes y uñas retomarán su color natural.
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Mitos más comunes sobre dejar de fumar
Muchas personas encuentran un impulso para dejarlo, pero en el camino se encuentran con frases que los desmotivan, por esta razón, es importante acudir a un profesional para despejar esas dudas y tomar la decisión con mayor convicción.
- “Yo lo dejo cuando quiera”: el tabaco genera dependencia física y mental. No basta solo la voluntad.
- “Dejar de fumar engorda”: el aumento de peso no se debe a la falta de nicotina, sino a cambios de comportamiento frente a la ansiedad.
- “Es que fumar hace que me relaje”: la nicotina es una sustancia estimulante, no relajante. Genera una sensación de placer breve, pero perpetúa un ciclo de dependencia.
- “Es peor dejarlo de golpe”: en algunos casos puede haber síntomas de abstinencia como ansiedad, pero existen tratamientos para controlarlos. Lo importante es buscar apoyo profesional, especialmente si hay antecedentes psiquiátricos.
Síntomas comunes al dejar el cigarrillo
Abandonar la nicotina puede generar ansiedad, irritabilidad o tos con flemas. “Estos síntomas son normales, especialmente en personas con consumo severo. Aunque existe el síndrome de abstinencia, este puede manejarse con acompañamiento profesional y medicamentos si es necesario”, explica el doctor Rodriguez.
Dejar de fumar es una decisión difícil, pero sumamente valiosa. Tu cuerpo, tu bolsillo, tu mente y quienes te rodean se beneficiarán. El mensaje es claro: dejar el tabaco transforma tu vida.
¿El mejor momento para dejarlo? Hoy.