Ninguna empresa ni persona está exenta de atravesar una crisis; de hecho, al encontrarse en un mundo volátil, es normal que se presenten desafíos constantes. No obstante, la época coyuntural que estamos viviendo ha generado una incertidumbre colectiva. Descubre cómo transformar o reinventar tu empresa en tiempos de crisis.
“No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio”, esta frase de Charles Darwin adquiere mayor relevancia hoy en día . Si bien la mayoría de los sectores están presentando crisis, esto no significa que tenga una connotación negativa, al contrario, debe ser tomada como un momento decisivo para transformar e innovar.
La crisis es una realidad con la que deben convivir las empresas y las personas. Cuando esta se presenta también aparece la incertidumbre, que termina siendo un terreno fértil para la creatividad y la innovación. Como señala Tatiana Orozco, directora general de Indexcol, agencia digital pionera en Colombia: “las crisis siempre plantean nuevos desafíos porque nos obligan a hacer un cambio desde el interior”.
Por ello, las empresas han encontrado la oportunidad perfecta para reestructurar sus estrategias de negocio, volcándose hacia lo digital y entendiendo que una organización está compuesta por individuos, quienes también empiezan a desarrollar talentos desconocidos hasta por ellos mismos.
¿Cómo reinventarse?
Teniendo en cuenta que vivimos en un entorno volátil, incierto y complejo Tatiana Orozco, directora general de Indexcol, recomienda seguir estos tres pasos para hacer un proceso de reinvención que aplica a lo personal y a lo laboral:
- Tomar el espejo y verse en él: las bases sobre las que se construye una empresa, al igual que una marca personal, son las que brotan del interior. Por ello, hay que hacer una autoevaluación e identificar las fortalezas, oportunidades de mejora y valores. Pregúntate si siendo consecuente con esos valores.
Por otra parte, es claro que después de este momento coyuntural, las empresas empezarán a cuidar más sus gastos y sólo van a invertir en aquellos empleados, clientes y proveedores que les proporcionen un valor verdadero. En ese sentido, es clave tener clara la propuesta de valor. ¿Cómo generarla?
- Lo primero es identificar los problemas o necesidades existentes a resolver. Después, comprender el propósito. Para ello, puedes tomar como referente el Diagrama de Venn, elaborado por Andrés Zuzunaga, el cual se basa en la filosofía ‘Ikigai’ que consiste en hacer lo que amas, hacerlo muy bien, que te paguen por ello y producir un impacto positivo.
2. Poner el espejo hacia afuera para ver el exterior: consiste en poner el espejo hacia lugares que te ayuden a encontrar necesidades a resolver. Para eso, debes dedicar un momento del día para observar y analizar las tendencias de Twitter, así podrás comprender las problemáticas de la vida cotidiana. Tampoco olvides indagar si los servicios que ofreces están alineados con las problemáticas de los usuarios, personas o empresas. Puedes hacerlo a través de encuestas online o entrevistas a profundidad.
Asimismo, debes hacer un listado de las industrias teniendo en cuenta dos puntos de vista: el primero es identificar cuáles están siendo las más golpeadas por la crisis y ver si lo que ofreces les puedes ayudar o, por el contrario, entender que no vale la pena invertir tiempo ni energía pues tu portafolio no cumple con lo que ellos están buscando.
De otro lado, esta enumeración servirá para reconocer aquellas industrias en las que te debes enfocar o a las que no habías llegado y para las cuales tu producto o servicio resultará útil haciendo tal vez unas pequeñas adaptaciones que no generen mayores esfuerzos adicionales.
3. Mantener el espejo afuera para dejar que otros se vean en él: después de los dos procesos anteriores, se debe hacer un match entre los espacios sin cubrir (problemas y oportunidades) y el propósito identificado en nuestro interior, acompañado de los valores que lo harán diferente. Esto, nos dará como resultado la propuesta de valor aplicada.
Siguiendo estos tres pasos lograrás reconocer los recursos y capacidades que tienes para tomar mejores decisiones y así transformar una crisis en una oportunidad para reinventarse.