Partiendo de la afirmación del matemático británico William Thomson Kelvin, “Lo que no se puede medir, no se puede mejorar”, conoce cuáles son las métricas financieras para medir el crecimiento de tu negocio, y por ende, tomar mejores decisiones que garanticen su sustentabilidad en el mercado.
¿Qué son las métricas financieras?
Las métricas financieras son indicadores de evaluación cuantitativa que se utilizan para identificar y examinar la situación real en la que se encuentra una empresa. Son el punto de partida para generar estrategias y tomar mejores decisiones en pro de la sostenibilidad de esta.
Uno de los indicadores financieros más utilizados es el margen neto de ventas, el cual muestra la utilidad de la empresa por cada unidad de venta. No obstante, el crecimiento de una empresa no solo se mide en función de las ventas, pues esto no significa que se están obteniendo ganancias.
Como anota Luigi Torres Galeano, director general de Colfinz y responsable de la estrategia financiera de Indexcol, “en principio si se generan utilidades, al aumentar sus ingresos, también deberían aumentar las mismas. Sin embargo, hay situaciones que afectan esta premisa, pues las utilidades son el resultado de los ingresos menos sus costos para generarlos y gastos operacionales”.
Por esta razón Luigi Torres, expone a continuación tres situaciones que pueden generar que el resultado de vender más no aumente las utilidades:
- Costos de venta / operativos: si no existe una medición de este rubro se puede presentar que producir o comercializar el bien o servicio sea igual o superior al ingreso adicional generado. En otras palabras, que el margen de contribución (ingreso – costo) sea nulo.
- Gastos fijos: aun teniendo un margen de contribución se puede presentar que el aumento de ingresos genere un aumento de los gastos fijos, por ejemplo, ampliar espacios arrendados, personal de administración, entre otros.
- Costo de oportunidad: en ocasiones para vender más debemos incurrir en la compra de mayores cantidades de materias primas, insumos y elementos que almacenamos para cumplir con la demanda de recursos que supone el crecimiento de las ventas, pero no siempre tenemos en cuenta el costo de oportunidad de tener dichos recursos en stand by, así como, el costo financiero generado por la obtención de préstamos que generan intereses, los cuales terminan restando en la rentabilidad.
Para determinar el desempeño financiero de una empresa es necesario tener en cuenta las razones financieras, las cuales permiten hacer comparativas entre diferentes periodos contables, para ello hay que medir las razones de liquidez. endeudamiento, rentabilidad y cobertura.
Además de tener en cuenta estás métricas, Luigi Torres, director general de Colfinz, señala que también debe medirse constantemente estas otras variables:
- Clientes prospectos: medir la curva de ventas es clave para el crecimiento, pero también medir la cantidad clientes prospectos contribuye con el crecimiento del negocio. Por lo que si sabemos que nuestra actual tasa de éxito es de 1 cliente por cada 10 que visitamos, podemos diseñar planes para aumentar nuestros esquemas de venta.
- Márgenes de contribución: esclave medir la rentabilidad por producto, línea, almacén, sucursal y compararla contra lo que nuestros escenarios tenían delimitado.
- Puntos de equilibrio: similar a la variable anterior, hay que medir constantemente que no exista elemento, componente, área, unidad de negocio que genere pérdida.
- ROE: la tasa de retorno sobre la inversión es clave si la comparamos con otras oportunidades de inversión, por ejemplo, si renta más mi dinero en un producto financiero que en mi negocio, es un indicador que este no está funcionando.
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Si las ventas de una empresa son rentables se generan mayores ganancias, las cuales se convierten en un buen flujo de caja y para identificar que esta está teniendo un crecimiento sano, Luigi enfatiza en la importancia de medir las siguientes variables:
- Velocidad de uso del efectivo. No es lo mismo recibir dinero de mis clientes a diario y pagar a mis proveedores a 8 días, que recibir dinero de mis clientes a 8 días y pagar a mis proveedores a diario.
- Ejecución presupuestal: se debe medir el cumplimiento de las metas de venta y el cumplimiento de los gastos planeados
- Separar las finanzas personales con las empresariales: por muy buenas que sean las utilidades, no podemos hacer uso de ellas para solventar caprichos o cubrir gastos como individuos.
En ese sentido, para medir el crecimiento de tu negocio, no solo debes tener en cuenta el crecimiento de las ventas, también otras variables que te permiten conocer la realidad económica y financiera de tu empresa para de esta manera, identificar las estrategias que permitan mantenerse competitivo en el mercado.
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