El voluntariado empresarial gana fuerza como una expresión de responsabilidad social, conexión humana y cultura organizacional con propósito.
El voluntariado corporativo ha pasado de ser una acción puntual para convertirse en una estrategia clave en la cultura organizacional de muchas empresas colombianas. Y es que, su impacto va más allá de una contribución directa al bienestar social y ambiental, se traduce, entre otras cosas, en el mejoramiento de la imagen y la reputación de la marca, el fortalecimiento de la cultura y el compromiso de los empleados, la atracción y retención de talento, y el desarrollo de habilidades.
De acuerdo con Voluntare, red que impulsa la profesionalización de estas iniciativas y la colaboración entre entidades sociales y empresariales, el 87% de las empresas en Latinoamérica cuentan con programas de voluntariado corporativo, lo que demuestra que son cada vez más las compañías de todos los sectores y tamaños que le apuestan a esta práctica como parte de sus acciones de responsabilidad social.
Un ejemplo de esta filosofía de gestión se vive al interior de Compensar, que con el fin de trascender el impacto que genera con la prestación de sus servicios, desde su frente de Proyectos Sociales desarrolla procesos de transformación a través de vínculos solidarios y acciones de valor compartido, que se extienden a población vulnerable no afiliada a la Caja.
Uno de sus principales ejes de acción es la coordinación de acciones de voluntariado para diversas empresas y sus trabajadores, con más de 4526 personas de 89 organizaciones vinculadas en lo corrido del 2025 a 205 actividades, beneficiando por medio de ellas a cerca de 45.735 personas en diferentes municipios del país.
“Bajo nuestra coordinación y acompañamiento, las empresas tienen la posibilidad de involucrar a sus trabajadores en diferentes actividades de voluntariado, por ejemplo, transferencia de conocimientos en temáticas en las que son expertas, jornadas recreativas con niños y personas mayores, siembra de árboles, embellecimiento a espacios comunitarios, entre otras”, explicó María Fernanda Barrera, Coordinadora de Proyectos Sociales en Compensar.
El ejemplo empieza por casa
De acuerdo con Barrera, Compensar vincula de manera permanente a los colaboradores de la entidad y sus familias en programas de voluntariado corporativo. Adicionalmente, con el propósito de extender el impacto de su intervención social, en lo corrido de este año ha participado en 3 jornadas de voluntariado interempresarial, articulando esfuerzos con organizaciones que hacen parte del ‘Círculo de Sostenibilidad’, e involucrando en ellas a más de 180 colaboradores de distintas compañías.
La primera jornada se desarrolló en la Unidad de Protección Integral – UPI Oasis, con personas en situación de calle. La segunda, en el municipio de Zipaquirá con comunidades rurales, y la más reciente, el pasado 12 de septiembre, para beneficiar a jóvenes del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud.
En esta oportunidad, Corona, Compensar, Cemex, WEG, Enel y Alfa sumaron esfuerzos para renovar los espacios de la Unidad de Protección Integral (UPI) Oasis del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (IDIPRON), beneficiando con ello a alrededor de 5.000 personas vinculadas a los programas de esta entidad.
“Más allá de la renovación física de los espacios, creemos que estas acciones inspiran a los jóvenes a soñar con un futuro diferente y reafirman que cuando el sector privado trabaja de la mano con la comunidad, es posible transformar realidades y sembrar un mejor futuro”, afirmó la Coordinadora de Proyectos Sociales en Compensar.
Impacto que trasciende
Siguiendo con Barrera, los voluntariados corporativos ofrecen oportunidades únicas para que los empleados desarrollen nuevas habilidades y fortalezcan las existentes, como, por ejemplo, el trabajo en equipo, la resolución de problemas, la comunicación, la innovación y el liderazgo. “Esto no solo beneficia al empleado individualmente, sino que también enriquecen a la empresa en su conjunto”, aseguró.
Consciente de ello, Compensar ha venido consolidando un equipo de más de 4.000 voluntarios de diferentes procesos de la organización, quienes anualmente participan en alrededor de 95 actividades de voluntariado, algunas de ellas en compañía de sus familias.
“Cuando los colaboradores sienten que su empresa les permite hacer parte activa de iniciativas sociales, se genera un cambio significativo en la forma de relacionarse con su entorno, con sus compañeros y con su propio propósito de vida laboral”, advirtió María Fernanda Barrera. Agregando que este tipo de experiencias refuerzan la motivación, fomentan el orgullo por pertenecer a una organización con propósito y mejoran el clima laboral.
De cara a lo que resta de este año, Compensar le apuesta a seguir impulsando su visión del voluntariado empresarial como herramienta clave dentro de su modelo de bienestar integral, acompañando a las empresas en el camino de la gestión social empresarial, fortaleciendo su programa de voluntarios, participando en jornadas de voluntariado interempresarial y estrechando nuevas alianzas con las que pueda continuar ampliando su propósito de transformación social.
“En medio de un entorno empresarial que exige cada vez más coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, el voluntariado debe dejar de verse como una acción aislada para convertirse en una estrategia de sostenibilidad y bienestar que trasciende fronteras organizacionales y transforma tanto a quienes reciben como a quienes participan”, concluyó María Fernanda Barrera, Coordinadora de Proyectos Sociales en Compensar.