Modelos de trabajo flexibles siguen ganando popularidad


    Mujer en reunión virtual sonriente

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    En América Latina, cerca de 23 millones de personas han migrado a esta modalidad.

    En un mundo cada vez más conectado y tras los cambios impulsados por la pandemia del COVID-19, el teletrabajo se consolida como un modelo que redefine las dinámicas laborales, y una clara muestra de ello es que, en América Latina, cerca de 23 millones de personas han migrado a esta modalidad.

    Lejos de ser una tendencia pasajera, este esquema ha evidenciado un impacto significativo tanto para las organizaciones como para los empleados. Por ejemplo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) resalta que la flexibilidad laboral se traduce, entre otras cosas en un incremento en la productividad de las empresas.

    En este escenario, el ejemplo de Compensar, reconocida entre las mejores empresas para trabajar del país, resalta por la incorporación efectiva del teletrabajo en aquellos roles donde es factible. De acuerdo con Andrés Garzón, gerente de Selección y Operaciones Internas, desde su implementación parcial en 2017, la entidad ha observado un incremento del 10% en la productividad mensual y mejoras considerables en la calidad de vida de los más de 2.000 colaboradores que desempeñan sus funciones en esquemas flexibles.

    “Mucho antes de la pandemia, iniciamos un proyecto piloto con 300 colaboradores para verificar si los beneficios del teletrabajo se materializaban en la práctica. Los resultados superaron nuestras expectativas, observamos una reducción significativa en muchos aspectos, entre ellos en los costos de infraestructura, en la medida que los puestos de oficina dejaron de ser de uso individual para convertirse en compartidos, con una proporción de 3 colaboradores por puesto”, explicó.

    Impacto integral

    Con el propósito de evaluar el impacto de este modelo de trabajo, recientemente la entidad aplicó la herramienta ‘Huellas Organizacionales de Teletrabajo” habilitada por el MinTic para medir el impacto ambiental directo del teletrabajo en cuatro aspectos, dos de ellos asociados a beneficios ambientales y otros dos con el activo más importante de cualquier organización: su talento humano.

    De acuerdo con los resultados de la medición, los teletrabajadores han dejado de emitir 23,84 toneladas de Co2 de manera mensual, como consecuencia de la diminución del uso de diversos medios de transporte para desplazarse desde sus casas hasta el trabajo, lo que supone una reducción del 18% con respecto a los estándares nacionales de emisión de CO2.

    A nivel mundial, el impacto del teletrabajo en la reducción de emisiones es igualmente relevante. Según estudios, si los empleados que pueden trabajar a distancia lo hicieran solo la mitad del tiempo, la reducción en emisiones podría ser equivalente a sacar millones de vehículos de las carreteras cada año. En países como los Estados Unidos, se estima que el teletrabajo podría reducir hasta 54 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero anualmente.

    De igual manera, a través de los últimos años se ha observado que el teletrabajo puede llevar a un ahorro sustancial en gastos relacionados con alimentación, vestimenta y transporte, lo que, en ciudades con altos niveles de congestión como Bogotá, cobran mayor importancia, contribuyendo a promover ciudades más sostenibles y habitables.

    En este sentido, los más de 1.000 colaboradores de Compensar que participaron en el estudio también reportaron beneficios significativos, evidenciando ahorros en dinero y tiempo por alrededor de 350.000 pesos mensuales y tres horas diarias antes dedicadas a desplazamientos. Según los trabajadores, este tiempo adicional es invertido en su vida personal y familiar.

    Productividad y bienestar

    La modalidad de trabajo flexible no solo ha transformado la manera en la que se desarrollan las actividades laborales, sino que también ha redefinido lo que significa el bienestar de los colaboradores en el entorno laboral. A través del teletrabajo las organizaciones están descubriendo nuevas formas de promover un ambiente laboral más saludable y equilibrado, donde el bienestar físico, mental y emocional de los empleados es una prioridad. Diferentes estudios coinciden en afirmar que este enfoque no solo mejora la calidad de vida de las personas, sino que también impulsa su rendimiento y satisfacción laboral, creando un ciclo virtuoso de productividad y bienestar.

    Consciente de ello, Compensar ha venido adoptado el teletrabajo como una modalidad complementaria, sin dejar de lado las grandes bondades de la conexión presencial, vital para fomentar la adherencia a la cultura corporativa, el sentido de equipo, la innovación, las conexiones interpersonales genuinas, la salud mental y emocional, entre otras cosas.

    “Es clave poder seguir combinando los dos mundos, es decir el trabajo remoto y el presencial, en un esquema híbrido en aquellos roles donde sea posible (casa y oficina), lo que por supuesto trae consigo una serie de desafíos para las organizaciones”, indicó Garzón.

    Precisamente, entre los principales retos de cara al futuro, diversos expertos señalan la integración efectiva de tecnologías avanzadas para la comunicación remota, la gestión de la seguridad de la información y la promoción de una cultura organizacional que respalde la colaboración y el compromiso a distancia. Estos retos requieren no solo inversiones en infraestructura tecnológica, sino también un enfoque innovador en la gestión de recursos humanos para fomentar un ambiente de trabajo remoto inclusivo y productivo.

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