Hasta el 80% de las infecciones se transmiten por las manos. Descubre los 5 riesgos de no tener un buen lavado de manos y cómo proteger tu salud cada día.
¿Sabías que hasta el 80% de las enfermedades infecciosas se transmiten a través de las manos? Aunque el lavado de manos puede parecer una rutina simple, hacerlo mal o no hacerlo tiene consecuencias serias para tu salud y la de quienes te rodean, advierte la Fundación Nacional de Enfermedades Infecciosas. Asimismo, cabe destacar que una buena higiene de manos es una de las medidas más efectivas y económicas para prevenir infecciones comunes.
Para profundizar en este tema y entender realmente lo que ocurre cuando no lo hacemos, consultamos al Dr. Diego Josa, Jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Sabana, quien nos compartió los principales efectos negativos de una higiene inadecuada.
Lavado de manos: 5 efectos negativos de no hacerlo bien
1. Mayor riesgo de infecciones respiratorias
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), enfermedades como la influenza y el resfriado común se transmiten fácilmente por contacto indirecto al tocar superficies contaminadas y luego llevarse las manos a la nariz, boca o ojos. El Dr. Diego Josa explica que “las manos son el vehículo principal para la transmisión de diferentes microorganismos”, y que su contacto constante con objetos contaminados las convierte en una fuente común de contagio.
No realizar un adecuado lavado de manos aumenta el riesgo de contraer faringitis, neumonía y bronquitis, todas causadas por virus y bacterias que pueden estar en nuestras manos sin que lo notemos.
2. Infecciones gastrointestinales por vía fecal-oral
La falta de un buen lavado de manos también puede ser la puerta de entrada a enfermedades gastrointestinales como la hepatitis A y E, gastroenteritis, amebiasis y parasitosis. Estas infecciones, según el Ministerio de Salud de Colombia, se transmiten principalmente por la vía fecal-oral, es decir, cuando partículas invisibles de materia fecal llegan a nuestra boca a través de alimentos, agua o manos contaminadas.
3. Problemas oculares por contacto directo
¿Alguna vez te has tocado los ojos con las manos sucias? Aunque parezca inofensivo, el Dr. Josa advierte que esta acción podría generar infecciones como conjuntivitis, queratitis, blefaritis e incluso celulitis orbital. Estas afecciones pueden surgir al transferir bacterias directamente desde las manos a los ojos, algo común cuando no se tiene conciencia de higiene básica.
¡Hora de llevarlo a la práctica!
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4. Enfermedades de la piel por bacterias
El contacto constante con superficies contaminadas, sumado a una higiene ineficiente, también puede derivar en afecciones dermatológicas. Por ejemplo, bacterias como el Staphylococcus aureus pueden provocar celulitis, impétigo, abscesos cutáneos y otras enfermedades inflamatorias dolorosas de la piel. Estas bacterias suelen estar presentes en ambientes públicos o en objetos de uso común, lo que las convierte en una amenaza silenciosa si no se mantiene una adecuada higiene de manos.
5. Diseminación de bacterias multirresistentes en hospitales
En entornos hospitalarios, el lavado de manos es más que una recomendación: es una obligación. La Organización Mundial de la Salud advierte que la falta de higiene adecuada por parte del personal o visitantes puede contribuir a la propagación de infecciones asociadas a la atención en salud, que incluyen bacterias multirresistentes. “Estas infecciones representan un riesgo significativo para los pacientes hospitalizados”, señala el Dr. Josa, enfatizando que “la higiene de manos debe ser estricta para evitar complicaciones graves en personas vulnerables”.
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¿Cómo se realiza un buen lavado de manos?
6 Pasos básicos para hacerlo correctamente, según la OPS:
- Mojar las manos con agua.
- Aplicar el jabón y frotar las manos limpiando entre los dedos y bajo las uñas.
- Enjuagar las manos con abundante agua corriente.
- Secar las manos con toalla de papel desechable.
- Cerrar el grifo con la propia toalla de papel desechable.
- Botar el papel desechable en un recipiente con bolsa de plástico que se puede desechar posteriormente.
El tiempo ideal es de 40 a 60 segundos.
¿Cómo convertirlo en un hábito diario?
Para que el lavado de manos no se olvide, el doctor Josa recomienda instalar recordatorios visuales en lugares estratégicos del hogar o el trabajo, establecer rutinas, como lavarse las manos antes de las comidas, después de ir al baño o tras haber tocado dinero y fomentar la educación con videos y folletos. “Recordar que nuestras manos están en contacto constante con manijas, teclados, celulares o billetes ayuda a reforzar la necesidad de mantenerlas limpias”, concluye el doctor.
El lavado de manos no es solo una cuestión de higiene personal, es un acto de responsabilidad social. Implementar esta práctica de manera correcta y constante puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades comunes y graves. Siguiendo las recomendaciones de expertos y de las entidades internacionales de salud, protegemos no solo nuestra salud, sino también la de quienes nos rodean.
