Desde San Andrés Islas, con el corazón en la cancha y la fuerza en cada paso, Xavi Calderón comparte una historia que inspira y nos recuerda que el verdadero talento no conoce límites.
Aunque Xavi nació con una parálisis cerebral espástica que afecta el lado izquierdo de su cuerpo, eso nunca ha sido un obstáculo para sus sueños. Al contrario, ha sido el motor que lo impulsa a superarse. Gracias a la terapia física y al apoyo incondicional de su madre, hoy juega y entrena con disciplina. “Ya puedo correr mejor y jugar bien. Entreno lunes, miércoles y viernes de 2:30 a 4:00 p.m. con ocho compañeros”, cuenta con orgullo.
Xavi es el mayor de dos hermanos, cursa noveno grado y comparte su pasión por el fútbol con su papá, con quien entrena y vibra viendo cada partido del Junior. Aunque su posición favorita es defensa, juega donde lo necesiten: siempre decidido y con el corazón en cada jugada.
Pero no solo el balón lo mueve. También lo inspiran su familia, sus amigos, el mar y esa conexión profunda con su tierra que lo llena de energía. Su forma de ver el mundo es sencilla pero poderosa: “lo importante no es lo que no puedes hacer, sino lo que haces con lo que tienes”, destaca Xavi.
La Olimpiada Fides Compensar testigo de su talento
Este año, Xavi viajó desde su isla para participar en la XXV Olimpiada Especial Fides Compensar, una gran fiesta del deporte, la inclusión y la diversidad que reunió a más de mil atletas con discapacidad de ocho países. “Me sentí muy orgulloso de participar en estas Olimpiadas y demostrar de los que soy capaz”, dice con una sonrisa.
Más que una competencia, fue una experiencia transformadora: un espacio para compartir con otros deportistas y demostrar que el talento no entiende de límites cuando hay disciplina, esfuerzo y tenacidad.
Un ejemplo que inspira más allá del deporte
Desde su rincón del Caribe, Xavi no solo ha representado a San Andrés. También ha puesto en alto el nombre de Colombia. Su historia nos invita a ver más allá de los diagnósticos y creer en el poder de la voluntad y la perseverancia.
Nada de esto sería posible sin la red de apoyo que lo rodea: su familia, sus entrenadores y quienes creen en el deporte como una herramienta de transformación. Con ellos, Xavi entrena con motivación, viaja con confianza y compite con el corazón.
¿Y ahora qué sigue para él? Seguir entrenando. Soñar con nuevos torneos. Seguir inspirando. Porque cuando el talento se une con el esfuerzo y el amor por lo que se hace, no hay reto imposible. Haz clic en el video y conoce a este campeón que brilla dentro y fuera de la cancha. Su historia nos recuerda que, con voluntad y pasión, todo es posible.