Equilibrar la maternidad y la vida profesional puede parecer un reto imposible. Pero con pequeños pasos y recordando que antes de ser mamás, somos mujeres, es posible. Descubre estos consejos inspiradores de Ingrid Rodríguez, docente de Bienestar y Armonía de Compensar.
Ser mamá y mujer: un equilibrio posible
La maternidad transforma, sacude y revoluciona la vida de una mujer. De repente, todo gira en torno a un pequeño que necesita cuidado incondicional. Sin embargo, en medio de pañales, correos laborales y tareas del hogar, muchas mujeres se olvidan de algo esencial: ellas mismas.
“Ser madre no es borrar la identidad de ser mujer”, expresa Ingrid Rodríguez, docente Bienestar y Armonía de Compensar. En su lugar, debes recordar todos los días: tu esencia, tus sueños y tu bienestar siguen siendo importantes. Amarte no te hace egoísta, te hace fuerte. Porque solo cuando estás bien contigo misma, puedes dar lo mejor a los demás, “priorízate, si tú estás bien, tu hijo estará bien. Todo empieza por ti”, complementa.
Actividades que te reconectan contigo
En ocasiones, el simple hecho de respirar profundo ya es un acto de autocuidado. Aquí te compartimos algunas ideas poderosas y sencillas:
- Camina al aire libre: así tan solo sean 5 minutos.
- Escribe un diario emocional: cómo te sientes y qué sientes que te está faltando.
- Toma una ducha consciente: sintiendo el agua como una limpieza física y mental.
- Únete a un círculo de mujeres: espacios seguros en los que puedas compartir y desahogarte, esto te hará saber que no estás sola.
- Haz ejercicio suave: yoga o estiramientos guiados.
- Establecer límites saludables: aprender a decir “no” cuando sea necesario para evitar la sobrecarga.
- Buscar apoyo: compartir responsabilidades con la pareja, familiares o amigos, y no dudar en pedir ayuda cuando se necesite.
El truco no es cuánto tiempo tienes, sino qué haces con el que ya tienes.
También te puede interesar: Cursos y servicios para adultos
¿Y si no tengo tiempo?
“Saca tiempo para ti, así sean 10 minutos al día. Respira profundo, lee, camina. Todo fluirá mejor,” aconseja Rodríguez.
Cuando el reloj parece el enemigo, estos consejos pueden marcar la diferencia:
- Empieza por micro-hábitos: 5 minutos de respiración consciente cada mañana.
Establece rutinas familiares: para que todos sepan cuándo mamá necesita su espacio. - Delegar no es fallar: es una forma de cuidar tu salud mental.
- Practica mindfulness mientras haces tareas cotidianas: siente el presente mientras cocinas, caminas o bañas a tu hijo.
Programas en Compensar que te acompañan
En Compensar, entendemos que cuidarte es parte del amor que das. Por eso existen iniciativas para promover tu bienestar:
- Materniverso: un espacio diseñado para acompañarte desde el embarazo hasta los primeros años de crianza con información, talleres y acompañamiento emocional.
- Subsidio para madres gestantes: apoyo económico durante la etapa de embarazo para afiliadas que lo necesiten.
- Escuela de Bienestar y Armonía: talleres sobre manejo del estrés, autocuidado y equilibrio vida-trabajo.
Explora estos programas y encuentra una red que camina contigo. Porque en Compensar, tu bienestar es parte de nuestra misión.
Y por último, celebra cada paso, por pequeño que sea “Ese informe entregado, esa tarde de juegos, esa cena preparada… cada uno de ellos es un acto de amor y compromiso.”
Quizás nadie lo aplauda, pero tú sabes cuánto cuesta. Por eso, celebra tus pequeños logros diarios. Haz una lista de tus victorias invisibles. Ámate por cada paso que das. ¡Ser mamá es maravilloso, pero ser tú también lo es!
¡Dale play y sigue estos consejos!