En lo corrido del año, la entidad ha desembolsado más de medio billón de pesos en créditos, 34% más que en 2024.
De acuerdo con Asobancaria, el 95% de los adultos en Colombia tiene al menos un producto financiero, solo tres puntos porcentuales por debajo del promedio de países desarrollados como Finlandia, Holanda, Islandia, Dinamarca y Suecia.
Sin embargo, en materia de acceso a crédito formal, al sumar el sector financiero y el no financiero, la cifra solo llega a 51%, con especial rezago en jóvenes, adultos mayores, mujeres y población rural.
De igual manera, en el segmento empresarial, el acceso al financiamiento formal continúa siendo uno de los principales desafíos estructurales. Según cifras del Banco de la República, el 78% de las medianas empresas y el 64% de las pequeñas logran acceder a crédito, pero la cifra desciende drásticamente al 16% en el caso de las microempresas.
Este panorama pone sobre la mesa los retos que aún persisten en el país de cara a la inclusión crediticia, lo que representa un vehículo de transformación social para los hogares y el empresariado, en la medida en que les permite, entre otras cosas, financiar metas de corto y largo plazo, anticipar el consumo y mitigar contingencias, además de alejarse de la posibilidad de recurrir al costoso y riesgoso endeudamiento informal.
En medio de este escenario, a través de su Unidad de Financiamiento y Alianzas, Compensar ha venido fortaleciendo su portafolio de servicios financieros, con énfasis en poblaciones socialmente vulnerables y con bajo acceso a productos formales.
“El crédito es la palanca que le permite a una familia acceder a una oportunidad para mejorar su calidad de vida y justamente allí reside la esencia de todo lo que hacemos en Compensar”, aseguró Carlos Andrés Rodríguez, director de la Unidad de Financiamiento y Alianzas de la entidad.
La colocación total de crédito acumulada para 2025 sobrepasó los $500.000 millones de pesos, con un crecimiento del 34% en comparación con el año anterior. Esta cifra se traduce en cerca de 150.152 créditos desembolsados a más de 122.400 personas, el 83% de ellas afiliadas en las categorías A y B, es decir, quienes devengan menos ingresos y para quienes el acceso al sistema financiero formal es notoriamente escaso.
“Estos segmentos de la población, que a menudo se ven obligados a recurrir al financiamiento informal por las altas tasas y los estrictos requisitos de la banca tradicional, requieren soluciones financieras con profundo sentido social y que actúen como verdaderas palancas de progreso”, agregó Rodríguez.
Particularmente en su portafolio de Crédito Social, entre enero y octubre, la entidad benefició a más de 4.937 personas, en sus soluciones de bajo monto como ‘NanoYa’, un crédito rotativo digital que puede usarse realizando avances con transferencia a la cuenta bancaria o a la Billetera Móvil de Compensar y ‘Crédito con propósito’, que ofrece financiación hasta por tres millones de pesos.
Adicionalmente, en su línea empresarial, en el mismo periodo de tiempo, más de 128 créditos fueron entregados a pequeñas y medianas empresas por un total de $19.530 millones para que invirtieran en su crecimiento y el de sus empleados, impulsando así la competitividad de sectores tan relevantes como el de servicios, comercio y manufactura.
Innovación financiera con sello social
Para garantizar que el acceso al crédito sea sostenible y continúe aumentando, la entidad ha implementado, entre otras cosas, modelos estratégicos que enlazan el mercado de capitales con la inversión social. Es así como se convirtió en la primera Caja de Compensación en acceder este año al mercado de capitales mediante instrumentos financieros innovadores con el sello social ESG.
“La emisión, este año, de dos titularizaciones por más de $200.000 millones tuvo como objetivo ampliar el acceso al crédito formal, demostrando así que es posible atraer inversión privada para impulsar la inclusión”, explicó Carlos Rodríguez.
Portafolio integral de soluciones financieras
A su portafolio de crédito formal se suman otras soluciones a través de las cuales la organización busca apoyar el bolsillo de las familias y las empresas. Entre ellos, su programa Privilegios Compensar, que entre enero y septiembre benefició a 1.038.000 afiliados con ahorros por $93.700 millones en comercios aliados, lo que representó un crecimiento del 4.3%. Además de una amplia gama de seguros diseñados para proteger el patrimonio de sus afiliados, así como la gestión eficiente de medios de pago y convenios que facilitan el acceso a toda la red de servicios de la Caja.
“De cara al 2026, nuestra estrategia se centrará en dos pilares fundamentales: por un lado, la profundización del microcrédito y el crédito social para seguir llegando a los segmentos más vulnerables de la población; por otro lado, la consolidación de alianzas público-privadas que permitan multiplicar nuestro impacto social. Con esto, buscaremos asegurar la sostenibilidad y la expansión de nuestra senda de inclusión, contribuyendo a crear un futuro con más bienestar para nuestros afiliados y sus familias”, concluyó Carlos Andrés Rodríguez, director de la Unidad de Financiamiento y Alianzas.
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