Conoce la historia de Julieth Paola Hoyos, afiliada a Compensar Salud, quien gracias al acompañamiento del programa de Alto Riesgo Obstétrico Magdalena, AROM, desarrollado en alianza con Compensar, hoy puede sentir la felicidad de tener en sus brazos a su hijo Josué y gozar de bienestar integral para verlo crecer.
El embarazo transforma la vida de cualquier mujer, no solo implica cambios físicos, sino también emocionales como la aparición de sentimientos encontrados. Por un lado, la alegría e ilusión de conocer a ese ser que llegará a cambiarlo todo, pero también el miedo, las dudas e incertidumbre por lo que sucederá durante la etapa de gestación y el parto.
Precisamente, el miedo fue uno de los sentimientos que más afloró en Julieth, cuando al sexto mes de embarazo, se enteró que su bebé presentaba una anomalía: los huesos largos estaban creciendo cortos, condición de salud que afectaba su desarollo. Por esta razón, el equipo médico del programa de Alto Riesgo Obstétrico Magdalena decidió que Josué naciera por cesárea a las 37 semanas de gestación y después de su nacimiento, permaneciera 14 días más en la clínica.
Durante este tiempo, Julieth estuvo acompañada de un equipo de profesionales de la salud que evitaron que este embarazo de alto riesgo comprometiera la vida de los dos. A continuación, conoce cómo superaron esta dificultad, en compañía de un grupo de médicos que transformaron el miedo en esperanza.
Julieth es una de las 340 gestantes favorecidas con el programa AROM, que en embarazos de alto riesgo ofrece seguimiento con especialistas de diferentes áreas afiliadas al plan de beneficios de salud en Compensar, ratificando así el compromiso de Compensar por ampliar la cobertura de su modelo de bienestar integral.
