Llegar a la tercera edad y estar a punto de pensionarse no es sinónimo de estancamiento, al contrario, es también una oportunidad de crecimiento. Conoce la historia de Luz Mery Chaparro, quien con 25 años de antigüedad en Compensar sigue llegando lejos.
Luz Mery Chaparro, quien tiene 55 años, nunca imaginó que firmar un contrato marcaría un antes y un después en su vida. “Cuando tenía 30 años me presenté a una convocatoria laboral en Compensar, mi principal anhelo era trabajar en esta empresa, tanto así, que pase por alto preguntar cuánto sería mi salario. Me aceptaron, comencé a laborar y cuando recibí mi sueldo me llevé la sorpresa de que era el triple de lo que ganaba en mi anterior empleo”.
Actualmente, Luz Mery es asesora integral de acompañamiento al cliente en Compensar, empresa a la que le tiene mucho aprecio porque como ella misma asegura, “me ha dado muchas oportunidades para crecer tanto profesional como personalmente”. Y 25 años después de haber firmado aquel contrato, esta entidad sigue sorprendiéndola, ofreciéndole un ascenso justo antes de pensionarse:
“La verdad no lo creía porque estoy a dos años de mi pensión y pensé que por eso no iba a tener este nombramiento. Fue una gran sorpresa para mí y estoy muy feliz por ello”. ¿Quieres conocer más detalles de esta historia que comprueba que estar a punto de pensionarse también es una oportunidad de crecimiento? ¡Mira el siguiente video!
Luz Mery sabe que después de tantos años de trabajo en una entidad que considera parte de su familia, decir adiós no es fácil, no obstante gracias a Más Bienestar, un programa de Compensar que brinda acompañamiento a los colaboradores que están a puertas de la pensión, cuenta con las herramientas necesarias para hacer de esta etapa de su vida una oportunidad de crecimiento, ratificando así que pensionarse no es retirarse, sino contar con la sabiduría para emprender con éxito nuevos proyectos.
