Pobreza y prejuicio, una mirada a la realidad económica de Colombia


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    Camilo Herrera, presidente de la firma Rada y autor del libro Pobreza y Prejuicio, brinda un análisis sobre la situación económica del país: la calidad de vida, el petróleo, el dólar y asuntos de gran importancia que han impactado las familias colombianas.

    A lo largo de los últimos años Colombia ha registrado una variación en su económica por factores como el alza del petróleo, la inflación, la devaluación, el aumento del dólar, y una serie de factores que han afectado significativamente el desarrollo de las familias colombianas. Sin embargo, Camilo Herrera, explica que el país no está tan mal como parece y lo que falta son alternativas que favorezcan a la continúa calidad de vida de las familias.

    ¿Qué factores generan que la economía no avance?

    El especialista explica que durante los últimos años la calidad de vida de los colombianos aumentó notoriamente, pero el cambio de ciertos sectores afectó el continuo desarrollo de las familias y con ello su calidad de vida.

    Por ejemplo, el hábito de viajar, comprar carro, adquirir vivienda y tener créditos, tuvo un giro cuando el precio del petróleo cambió su tendencia, la economía tuvo que hacer un ajuste que provocó que esa estabilidad no decayera pero que tampoco siguiera creciendo como se venía presentando desde hace unos años.

    Países como Brasil, Ecuador o Rusia vieron sus economías fuertemente afectadas, pero en Colombia, la crisis no impactó tanto como ocurrió con estas regiones. Herrera explica las razones:

    ● La mitad de la economía nacional es informal y eso hace que funcione técnicamente al revés.

    ● Desde el Banco de la República se logró equilibrar el golpe macroeconómico que tuvo el país. El panorama no generó que las familias tuvieran que vender sus propiedades para sobrevivir a la crisis y por el contrario salimos a flote.

    ● La alta inflación entre junio, julio y agosto del 2016 y la devaluación del 9%.

    ● El precio del dólar, el cual cambió de 2.000 pesos a 3.300 pesos aproximadamente por dólar.

    Frente a los cambios que ha vivido el país, la economía no dejó de crecer, se continúa generando empleo, se crearon nuevas cadenas de comercio y se registró la llegada de nuevas marcas al país.

    Un reflejo de ello es que según el Boletín Técnico del Dane, la economía del país creció el 1,3% (PIB) en el segundo trimestre del 2017, gracias al buen comportamiento de las ramas que componen la economía nacional:

    ● Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca.

    ● Establecimientos financieros, seguros, actividades inmobiliarias y servicios a las empresas.

    ● Actividades de servicios sociales, comunales y personales.

    ● Por su parte, la rama que registró la mayor caída fue de explotación de minas y canteras.

    Pobreza en Colombia

    En el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Colombia (PNUD), a través del Proyecto Desarrollo Económico Incluyente (DEI), se viene trabajando desde hace aproximadamente cuatro años en actividades que fomentan el desarrollo de oportunidades en las poblaciones pobres y vulnerables, como el fortalecimiento institucional, el empleo y desarrollo empresarial, y los mercados inclusivos.

    Según Herrera, la reducción de la pobreza ha disminuido a través del tiempo en Colombia, sin embargo, quienes hoy dejaron de vivir en condiciones vulnerables se encuentran en el siguiente estado:

    ● Quienes eran pobres no pasaron a ser ricos, siguen dependiendo del Estado a través de subsidios y ayudas económicas.

    ● Los que ya dejaron de vivir en condiciones de pobreza y tienen ingresos económicos que les permite sostenerse sin respaldo del Gobierno. Estas personas evitan reportar su estado económico para seguir recibiendo estos aportes.

    Controlar y regular de forma efectiva la entrega de estos recursos a las familias que corresponden es muy difícil, por lo que entra en contexto un factor ético y moral por parte de los ciudadanos.

    En el ámbito laboral, aquellos que hacen parte de la economía informal, deben formalizar su empleo, esto aportará orden a la seguridad social y pensional de cada colombiano.

    En el informe realizado por el DANE, entre el mes de junio y agosto del 2017, la informalidad en el país se encuentra de la siguiente forma:

    De las 23 ciudades y áreas metropolitanas, las que presentaron mayor proporción de informalidad fueron:

    ● Cúcuta A.M. (71%).
    ● Sincelejo (64,9%).
    ● Florencia (63,5%).

    Las ciudades que registran menor índice de informalidad para la misma fecha fueron:

    ● Bogotá D.C. (42,4%).
    ● Medellín A.M. (42,5%).
    ● Manizales A.M. (43,1%).

    El Estado es quien brinda los recursos económicos al sector privado para que se genere mayor empleo, pero surgen tres problemáticas por resolver:

    El que es pobre: recibe ayudas económicas que lo soportan mientras que supera esta etapa, pero cuando ha logrado obtener un ingreso económico que le permite vivir establemente, no reporta que ya no necesita los beneficios del Estado.

    ● El que es rico: no reporta los ingresos reales que tiene para no pagar impuestos.

    ● El que vive de la informalidad: se mantiene  en la clandestinidad, uno, para no pagar impuesto y dos, para poder sostener sus ingresos provenientes del mercado ilegal.

    Las malas costumbres son la sumatoria de estos elementos que estancan y no permiten que la economía del país evolucionen, por ende, es necesario fomentar el respeto por las normas y crear una estructura de valores que realmente se cumpla desde todos los ámbitos.

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